Si los seres humanos queremos mantener nuestro estilo de vida, tenemos que ir pensando en alternativas para abandonar los combustibles fósiles. No solo para evitar la contaminación, sino también simplemente porque estos combustibles no durarán eternamente. Conocemos ya muchas fuentes de energía alternativas, pero puede que estas 10 te sorprendan.
Fotosíntesis artificial

Las hojas artificiales son capaces de hacer fotosíntesis -es decir, transformar la energía luminosa en energía química- y generar "combustible" a partir de los rayos del sol, el agua y el dióxido de carbono de la atmósfera.
La gran novedad, dicen los expertos, radica en que la energía almacenada en forma de "combustible solar" tiene mucha mayor densidad que la que se guarda en baterías o compresores, por ejemplo, y puede convertirse en una respuesta ante la crisis energética que enfrenta el planeta por el agotamiento inexorable de los combustibles fósiles.
Medusas:
Las medusas que brillan en la oscuridad contienen la materia prima para un nuevo tipo de célula de combustible. Su brillo es producido por la proteína fluorescente verde, conocida como GFP. Un equipo de la Universidad Tecnológica de Chalmers en Gothenburg, Suecia colocó una gota GFP en electrodos de aluminio y, a continuación la expuso a la luz ultravioleta. La proteína libera electrones que viajan a través de un circuito para producir electricidad.
Baterías dulces
Hablando de azúcar, esta sustancia ofrece un prometedor futuro para sustituir los metales pesados difíciles de obtener y de reciclar de las baterías actuales. Un grupo de investigadores logró recientemente construir una célula de combustible basada en encimas que se alimenta de azúcar para generar energía de un modo similar a como lo hacen las propias plantas. No contamina, y se puede rellenar.
Energía solar espacial
En el espacio, la luz solar puede captarse en crudo, sin los filtros de la atmósfera. Eso ha llevado a los científicos a teorizar con construir enormes satélites con paneles solares que capten esa energía solar pura, y la transmitan a tierra mediante enlaces de microondas.
Células de combustible de orina
Resulta que la orina es una tremenda fuente de alimento para muchas bacterias. Estas bacterias generan energía y son el objetivo de varias investigaciones que tratan de desarrollar pilas de combustible que se recargan con orina. Un poco escatológico, pero si funcionan matarían dos pájaros de un tiro. Nos darían energía y una buena razón para reciclar nuestros propios desechos.
Lodo de alcantarilla
Sí, la porquería orgánica que se filtra por nuestras alcantarillas también podría ser utilizada para producir biodiesel. Concretamente, lo que se quiere utilizar es el lodo denso que resulta de la limpieza del agua en las plantas purificadoras. Este lodo es rico en lípidos, y un grupo de investigadores de Corea del Sur ha encontrado la manera de calentar estos líquidos en un reactor junto a metanol y dióxido de carbono. El proceso convierte los lípidos en biocombustible. La buena noticia es que la materia prima es muy abundante. La mala que requiere adaptar todas las plantas de limpieza de aguas con una nueva instalación que no es barata.
Máquinas de algas
Las microalgas son ricas en almidón y azúcar, lo que las hace un serio candidato para biocombustibles. Su mayor problema, a fecha de hoy, es que no se pueden cosechar fácil y abundantemente en el mar. Por eso se trabaja en distintos modelos que permitan cultivar estas microalgas de manera masiva. Incluso se baraja la posibilidad de modificar las algas mediante nanopartículas para que absorban más luz y generen más energía.
Súper levadura
La industria agraria genera toneladas de residuos vegetales que, o no sirven para nada, o son complicados de procesar para hacer biofuel. El biólogo Na Wei y su equipo trabajan en una variedad de la levadura capaz de digerir la xilosa o azúcar de la madera. Esta variedad convierte los residuos vegetales en componentes muy aptos para biocombustibles.
La Jatropha Curcas
La Jatrofa o Piñón de Tempate es una planta cuyas semillas, ricas en aceite, son ideales para producir biofuel. Además, es capaz de crecer en tierras yermas que no son aptas para cultivos normales. Los científicos trabajan ahora en crear versiones más fuertes y que produzcan más semillas.
Nanotubos de carbono
En química, se denominan nanotubos a estructuras tubulares cuyo diámetro es del orden del nanómetro. Existen nanotubos de muchos materiales, tales como silicio. Los nanotubos de carbono son tubos huecos de átomos de carbono que tienen un rango de usos potenciales, desde tejidos estilo armadura hasta ascensores que pueden levantar la carga entre la Tierra y la Luna. Recientemente, los científicos han encontrado una manera de utilizar los nanotubos de carbono para obtener 100 veces más energía solar de una célula fotovoltaica regular. Los nanotubos podrían funcionar como una antena para captar y canalizar la luz solar en los paneles solares. Esto significa que en lugar de tener todo un techo cubierto de paneles solares, una persona puede necesitar sólo un pequeño espacio.
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