La lluvia de las Perseidas, también conocida como las "Lagrimas de San Lorenzo" por la proximidad de su máximo de actividad con la festividad de San Lorenzo, es la lluvia de estrellas que todos los veranos nos invita a mirar al cielo. La causan los restos del cometa Swift-Tuttle, cuya órbita atraviesa la Tierra todos los años a mediados del mes de Agosto.
Los expertos han añadido que "lo más conveniente será observar el cielo a partir del dĂa 12 de agosto justo despuĂ©s del anochecer, antes de que se levante la luna, o ya cerca del amanecer, cuando nuestro satĂ©lite vaya perdiendo elevaciĂłn". Esta lluvia de estrellas se puede observar anualmente desde principios de agosto hasta aproximadamente el 22 Esta lluvia de estrellas se puede observar anualmente desde principios de agosto hasta aproximadamente el 22 del mismo mes y suele caracterizarse porque se pueden observar alrededor de 100 perseidas a la hora.
¿QuĂ© es una lluvia de estrellas?
En una noche cualquiera se pueden ver varias estrellas fugaces: una, dos o tres a la hora. Sin embargo, hay determinadas fechas del año en las cuales aumenta considerablemente su nĂşmero, llegándose a observar cientos e incluso miles ¡en una sola noche!... Esto es lo que conocemos como "lluvia de estrellas" o de meteoros.
Los astrĂłnomos saben cuando se van a producir estos fenĂłmenos, ya que todos los años la Tierra en su caminar alrededor del Sol atraviesa la trayectoria de ciertos cometas. Estos son cuerpos que al acercarse al Sol desprenden pequeñas partĂculas, la mayorĂa del tamaño de granos de arena, que quedan flotando en el espacio. Estos minĂşsculos desechos al entrar en contacto con nuestra atmĂłsfera se transforman en pequeñas bolas de fuego, las cuales se desintegran a unos 100 km. por encima de nuestras cabezas. Son los trazos luminosos que observamos en el cielo, resultantes de la desintegraciĂłn, a lo que llamamos "estrellas fugaces".
Las "lluvias de estrellas" reciben su nombre de la zona del cielo de la cual parecen provenir. Se producen varias a lo largo del año, como por ejemplo las Leónidas de la constelación de Leo en noviembre, las Perseidas de la constelación de Perseo en agosto, entre otras. zona del radiante
Para ver el mayor número de estrellas fugaces es necesario encontrar un lugar oscuro lejos de la luz que desprenden las ciudades. Otro de los factores que más afecta a la observación es la Luna, ya que su brillo evita que observemos los meteoros más débiles.
Aunque en principio no hay una direcciĂłn privilegiada hacia donde dirigir nuestra observaciĂłn, siempre se recomienda mirar hacia el Norte o el Este, direcciĂłn en la que encontramos la constelaciĂłn de Perseo en verano.
El mejor modo de contemplarlas es a simple vista debido a la rapidez con la que atraviesan el cielo, (en promedio unos 59 km/s), siendo mejor dejar el uso de prismáticos o telescopios para otra ocasión, puesto que abarcan campos de observación más pequeños que nuestros ojos.
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