En la actualidad son pocas las que exhiben una apariencia natural, debido a los recursos
que la estética pone al alcance de sus manos.
que la estética pone al alcance de sus manos.
Al parecer se ha distorsionado el mensaje. Muchas son las mujeres que erróneamente creen que el aumento de sus labios incrementa su sensualidad, y que esto suma puntos a su apariencia. La parte de la razón que tienen es responsabilidad de una buena práctica médica cuando hacen uso de algunos de los recursos que la belleza pone en sus manos.
En los últimos tiempos se ha puesto de moda el uso de colágeno para aumentar el tamaño de los labios. La idea no es mala, dice la cirujana plástica, Tania Medina.
Su reacción la valida en la cantidad de personas que, sin la debida facultad para realizar procesos de esta índole, andan haciendo y deshaciendo en detrimento de las personas que no se documentan antes de someterse a un proceso de belleza tan delicado como este.
Medina admite que en la actualidad son muchas las personas que no exhiben unos labios “vírgenes” o al natural, debido a los recursos que la estética pone al alcance de quienes quieren lucírlos con más volumen. “No estoy en desacuerdo con esto, pero insisto en que se acuda a un especialista serio, ya que hay varios factores a tomar en cuenta”. Entre ellos cita que el producto a inyectarse debe ser de primera calidad, que la cantidad debe ser según la contextura del labio, y que el cuidado y seguimiento es lo que garantiza el éxito del proceso. Una mala práctica, explica la cirujana, puede producir herpes, alergias, erupciones, deformaciones y otras consecuencias nada halagadoras para lucir una buena imagen.
EXPERIENCIA CON GRANDES SINSABORES
Cristal (nombre ficiticio), está desesperada. Luego de inyectarse una sustancia extraña en sus labios, ha vivido los momentos más difíciles de su vida. Le habían vendido la idea de que se trataba de un colágeno de la más alta calidad, pero el resultado no se correspondió con la promesa.
“Comenzaron a salirme unos herpes y creía que era algo normal, pero pasaban los días y el problema empeoraba. Fui adonde la ‘especialista’ que me sometió al proceso y me dijo que hice una reacción alérgica. No me quedé conforme y fui donde un dermatólogo que me sometió a un estudio y me confirmó que me habían inyectado cualquier cosa, menos colágeno. Todavía estoy en tratamiento y no hay forma de ocultar el desastre”, cuenta.
fuente:listindiario
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